Conducir de forma eficiente no sólo se refiere a conducir gastando el mínimo de combustible posible, sino contaminando menos, y favoreciendo la seguridad vial y la convivencia entre todos.
¿Por qué? Muy sencillo. Si conduces de forma eficiente en vez de forma agresiva,evitarás el estrés al volante, disminuirás las posibilidades de tener un accidente y de que otros los tengan. Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), se puede ahorrar un máximo de hasta 25% de combustible y emitir hasta un 78% de monóxido de carbono (CO), un 63% de hidrocarburos y un 50% de óxidos de nitrógeno (NOx) menos que si conduces de forma agresiva, usando marchas cortas y a altas velocidades.
Es más, la contaminación acústica ocasionada por el tráfico también disminuye: un coche a 4.000 revoluciones por minuto hace el mismo ruido que 32 coches a 2.000 rpm. Pero, ¿a qué se le considera exactamente una conducción eficiente?
Te damos diez claves para que sepas cómo ser un conductor eficiente sin dañar tu coche:
1. Arrancando: Utiliza siempre bien las velocidades. Primera es la que más consume. Debes cambiar a segunda a los tres o cinco segundos de marcha. Después circula en la marcha más larga posible, pero ¡ojo! No ahogues el coche: si para mantener la velocidad hace falta pisar el acelerador más de la mitad de su recorrido, baja de marcha.
2. Cuida el embrague: no lo uses para frenar o encender el motor. El cambio de marchas ha de ser rápido, sin bajar más de 400 rpm.
3. Mantén una velocidad constante, no acelerando y frenando.
4. Actúa con anticipación, aprovecha las inercias y usa el freno motor (reducir con las marchas engranadas). No se debe bajar una pendiente en punto muerto, porque en contra de lo que se pueda creer, consume combustible mientras desgasta los frenos. En un atasco por ejemplo, es mejor circular con una marcha engranada, sin pisar el acelerador y a una velocidad superior a 20 km/h, ya que a esa velocidad no hay consumo de carburante.
5. Temperatura interior adecuada: NO se deben abrir las ventanillas a alta velocidad, porque una mayor resistencia al aire produce mayor consumo de carburante.
6. Cuida tus neumáticos: las ruedas son responsables de hasta el 20% del consumo de combustible, una presión inadecuada (por encima o por debajo de la que indique el fabricante) hará que gastes más.
7. Haz un mantenimiento periódico del coche: mantener los niveles y filtros ahorra combustible y reduce las emisiones contaminantes.
8. No lleves más peso del necesario, y si tienes que cargar el coche, hazlo de forma adecuada. Llevar una baca con equipaje puede aumentar el gasto hasta un 39% a una velocidad de 120 km/h.
9. Apaga el motor cuando pares el coche durante más de dos minutos. Un coche detenido con el motor encendido consume hasta 0,7 litros/hora.
10. Escucha bien a tu coche: algunos modelos ya indican cuándo es el momento óptimo de cambiar de velocidad para no gastar combustible en exceso, o identifica cuando el motor se está sobrerrevolucionando, y utilizan tecnologías y modos de conducción eficientes y respetuosos con el medio ambiente.
Fuente: http://bit.ly/1y3B79f
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