Estados Unidos, a punto de lanzar una norma para comunicación entre vehículos

Que los coches se hablen entre sí, para decirse hacia donde van, y que todos, a su vez, además de estar entramados en conversaciones "coche a coche", puedan informar de sus movimientos a un "controlador central" es una necesidad.

Todo se simplificaría mucho si todos y cada uno de los coches que circulan hablasen entre sí, independientemente de si van conducidos manualmente o automáticamente, ya que de esta manera, el algoritmo de control de los coches automatizados podría contar con datos certeros de hacia dónde se va a mover cada vehículo.

La NHTSA (National Highway Traffic Safety) no sólo mira por la facilidad de la conducción autónoma, sino también por la seguridad vial en general. Y es que con sistemas de comunicación coche a coche (V2V en sus siglas en inglés), se podrían evitar numerosos accidentes en intersecciones, cruces y giros a izquierdas, ya que los coches se hablarían entre sí a distancia para percatarse de que vas a chocar con un coche que, por ejemplo, se está saltando un Stop o un semáforo, frenando y evitando el peligro incluso antes de que te de tiempo a verlo.

Estas ayudas activas a la conducción podrían evitar más de mil muertes en carretera en Estados Unidos, de acuerdo con las cifras publicadas por la NHTSA. El problema es que, actualmente no hay un estándar de comunicación entre vehículos, ni tampoco es obligatorio que los vehículos nuevos integren este tipo de comunicación. Pero esto parece que va a cambiar a corto plazo en Estados Unidos. La NHTSA quiere obligar a los fabricantes a integrar este tipo de intercambio de comunicación de manera generalizada y común entre todos los coches que se lancen al mercado, aunque no hay todavía un calendario concreto.