Es muy importante tener en cuenta los consejos de seguridad
vial para mayores. A medida que nos acercamos a las etapas más avanzadas de
nuestra vida, vamos perdiendo capacidades físicas y psíquicas.
Y aunque no
notemos estos cambios, son muy importantes cuando nos ponemos al volante de un
coche o, simplemente, cuando transitamos por una calle como peatones.
Para contrarrestar la pérdida de fuerza física, un buen
consejo de seguridad vial para mayores es hacerse con un auto que tenga
dirección asistida y cambio de velocidades automático. De este modo, podremos evitar
distraernos por cuestiones ajenas a la circulación, como la dificultad para
cambiar de velocidades o un volante muy duro.
Cuando una persona se hace mayor, suele disponer de todo el
día para sí misma. Así que una buena idea como consejo de seguridad vial para
mayores es intentar coger el auto cuando haya menos densidad de tráfico, como
las horas de salida y entrada de los trabajos. De esta forma podrás evitar los
conductores con prisas y estresados y el tráfico.
Lo mismo sucede cuando llueve o la climatología, en general,
es adversa. Si no es imprescindible, una persona mayor no debe coger el coche
en estas condiciones, ya que la pérdida de visibilidad que se produce en estos
casos se suma a las menores capacidades físicas que pueda tener el conductor.
Como peatón, una persona de edad avanzada también debe tener
en cuenta una serie de consejos de seguridad vial para mayores. La dificultad
para distinguir los colores se puede dar en las personas de mayor edad, por
ello, cuando vayan a cruzar un semáforo se deben guiar también por los sonidos
de los mismos.
Es importante que si se desea atravesar una vía se haga
preferiblemente por un paso de cebra regulado con semáforo que por otro que no
lo tenga, de esta forma se garantiza la seguridad, evitando situaciones que
puedan poner en riesgo nuestra vida.
Es importante subrayar que no hay un límite de edad para
dejar de conducir, por lo que debemos ser nosotros mismos los que nos fijemos
este tope. Tenemos que ser lo suficientemente sensatos como para valorar cuándo
hemos dejado de tener destreza para conducir en un entorno en el que no solo
dependemos de nuestras capacidades, sino también de nuestras posibilidades de
reacción ante los errores de los demás.
El hecho de que un mayor deje de conducir puede ser
entendido como una forma de pérdida de independencia y de calidad de vida. Sin
embargo, no tiene que ser así. El transporte público está cada vez más
desarrollado y, normalmente, se ofrecen precios más bajos para pensionistas.
Fuente: UnComo.com | http://bit.ly/1lMCtRr
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