El fin de la vida útil de un vehículo como medio de transporte no significa que ya no pueda ser aprovechado. De hecho, cuando tú crees que ya no puede dar más porque te deja parado en todas partes, es el momento ideal para darle un nuevo uso; y qué mejor si es a favor del medio ambiente.
El 85% de las piezas de un coche pueden ser recicladas o reutilizadas. Por ejemplo, de las airbags (bolsas de aire), una vez que han cumplido su función, se les retira el gas que integran para aprovechar el neopreno del que están hechas. Los cinturones de seguridad pueden usarse como fibras en materiales de aislamiento como las bases de una alfombra. Y los cristales del parabrisas o los faros pueden convertirse en botellas o en lana de vidrio.
Los líquidos del motor, de la caja de cambios, la transmisión y del sistema hidráulico son regenerados para utilizarse como lubricantes o combustibles. Del motor y las baterías se puede extraer el plomo que es utilizado en la industria metalúrgica para crear, por ejemplo, los componentes de un refrigerador. En la medicina nuclear funciona como antirradiación. Por otro lado, el sulfato de sodio extraído puede emplearse en la producción de cristal.
Los plásticos, son los más difíciles de reutilizar, ya que la naturaleza no es capaz de destruirlos por sí sola; la separación y el reciclaje de los mismos es muy caro. Esto es la razón por la que en su segundo uso son transformados en contenedores de residuos, macetas o botes de basura.
Las llantas, dependiendo de su estado, se pueden recauchutar. En caso contrario, el caucho extraído puede utilizarse como suela para zapatos, para hacer columpios, sillones, canchas deportivas, etc. También pueden quemarse para producir energía, aunque esto no es del todo recomendable porque la combustión tiene un impacto negativo en la calidad del aire.
¿Cuál es el proceso para reutilizar las partes de un auto?
El coche debe seguir una serie de pasos para que el reciclaje de sus partes sea un éxito. Lo primero es recibir el vehículo en el desguace para darlo de baja y emitir el certificado de destrucción. Después debe pasar por un proceso de descontaminación para proceder a la recuperación de partes útiles. Por último, una vez que se tiene identificado lo que puede reutilizarse, se procede a la fragmentación.
El coche pasa directamente a la prensa que lo convertirá en chatarra. Cada elemento extraído se transporta a una empresa especializada, por ejemplo las que reciclan el metal, retiran de éste las impurezas y funden los restos para fabricar cables, alambres, lavadores, y muchas cosas más.
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