Aunque llevamos ya muchos años con la obligatoriedad de usar el cinturón “en todo momento”, la realidad es que todavía hay situaciones en las que lo relativizamos, y tenemos la sensación de que no pasa nada si no nos lo ponemos.
Esto suele suceder frecuentemente en los asientos traseros, que por algún motivo hay personas que consideran que son diferentes a las delanteras, y que el riesgo es menor, o que los policías de tránsito no ven si se lleva puesto o no.
Suele pasar con frecuencia que por ciudad, y sobre todo con desplazamientos cortos, que los pasajeros de los asientos traseros no se ponen el cinturón. Esto no puede ser. Es importante que todos los ocupantes de un coche entiendan la importancia que tiene el uso del cinturón de seguridad.
Todos tienen que usar el cinturón y llevarlo debidamente anclado. No hay excusa que valga. Un pasajero de la plaza posterior va a sufrir la misma desaceleración brusca que el pasajero de la plaza delantera, también puede golpearse y también puede salir despedido en caso de frenado brusco o accidente .
Es más, el riesgo es doble: para él mismo, y para el ocupante del asiento delantero, pues al salir disparado hacia adelante por efecto de la inercia, golpeará el asiento delantero, y con ello al ocupante de ese lugar, causándole lesiones todavía más graves que las propias del accidente o incluso la muerte.
Por favor, recordémoslo siempre todos: hay que ponerse el cinturón de seguridad desde que nos subimos al vehículo, en todo tipo de vías, todos los ocupantes, en todos los asientos.
Fuente: Circula Seguro | http://bit.ly/1DkO7cr
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